1. Al maestro de coro. Salmo de David

2. Que el Señor te escuche en el día de tu angustia, que te proteja el nombre del Dios de Jacob;

3. que te envíe su socorro desde su santuario, que sea desde Sión tu apoyo;

4. que se acuerde de todas tus ofrendas y tus holocaustos acepte con agrado;

5. que te conceda todo lo que quieras y realice todos tus proyectos.

6. Entonces celebraremos tu victoria y en nombre de Dios tremolaremos las banderas. Que el Señor te conceda todo lo que pidas.

7. Ahora ya lo sé: el Señor da la victoria a su mesías, lo escucha desde los santos cielos por las proezas victoriosas de su diestra.

8. Unos confían en los carros, otros en los caballos, nosotros en el nombre del Señor, nuestro Dios;

9. ellos vacilarán, caerán, y nosotros en pie nos mantendremos.

10. Señor, da la victoria al rey, escúchanos siempre que te invoquemos.





“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina