1. Salmo. Cántico de David

2. Dispuesto está mi corazón, Dios mío, voy a cantarte un himno, gloria mía:

3. despertad, arpa y cítara, despertaré a la aurora;

4. te daré gracias ante los pueblos, Señor, te cantaré ante las naciones,

5. pues tu amor es más grande que los cielos y tu fidelidad alcanza hasta las nubes.

6. Álzate, oh Dios, sobre los cielos, y que tu gloria se extienda sobre toda la tierra.

7. Para que sean libertados tus elegidos; socórrenos con tu poder y escúchanos.

8. Dios ha hablado en su santuario: "Lleno de gozo, repartiré a Siquén, dividiré en parcelas el valle de Sucot,

9. mío es Galaad y mío Manasés, Efraín es yelmo de mi cabeza y Judá mi cetro,

10. Moab es la vasija en que me lavo, arrojo mi sandalia contra Edón, canto victoria contra Filistea".

11. ¿Quién me llevará hasta una plaza fuerte?, ¿quién me conducirá hasta Edón?

12. ¿No serás tú, el Dios que nos ha rechazado, el Dios que no sale ya con nuestras tropas?

13. Ven en nuestra ayuda contra el adversario, pues la ayuda del hombre no sirve para nada.

14. Con la ayuda de Dios haremos maravillas y él aplastará a nuestros enemigos.





“Dirás tu o mais belo dos credos quando houver noite em redor de ti, na hora do sacrifício, na dor, no supremo esforço duma vontade inquebrantável para o bem. Este credo é como um relâmpago que rasga a escuridão de teu espírito e no seu brilho te eleva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina