2. Oh Dios, escucha mi clamor, atiende a mi plegaria.

3. Desde el confín de la tierra yo te grito, mientras el corazón me desfallece.

4. Llévame a la roca muy alta para mí, pues tú eres mi refugio, una torre poderosa ante el enemigo.

5. Quiero compartir tu tienda para siempre, cobijarme en el repliegue de tus alas.

6. Pues tú, oh Dios, escuchaste mis votos; cumples el deseo de los que temen tu nombre.

7. Prolonga los días del rey, multiplícalos, que vea transcurrir generaciones.

8. Que reine y sirva a Dios eternamente, que lo guarden tu gracia y fidelidad.

9. Entonces cantaré por siempre a tu nombre y cumpliré mis promesas día tras día.





“O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina