1. En el Señor he puesto mi refugio; ¿cómo dicen a mi alma: "Huye, cual un pájaro, hacia el monte,

2. porque los impíos tensan su arco, y ajustan sus flechas a la cuerda para herir en la sombra a los de recto corazón.

3. Si han cedido los cimientos, ¿qué puede hacer el justo?"

4. El Señor está en su templo santo, el Señor tiene su trono en el cielo. Sus ojos están observando y fija su mirada en los hijos de Adán.

5. El Señor explora al justo y al impío, y su alma odia a quien ama la violencia.

6. Hará llover sobre los malvados carbones encendidos y azufre y un viento abrasador les tocará en suerte.

7. Porque el Señor es justo y ama la justicia, los que son rectos contemplarán su rostro.





“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina