Salmos, 117
1. ¡Alaben al Señor, todas las naciones, glorifíquenlo, todos los pueblos!
2. Porque es inquebrantable su amor por nosotros, y su fidelidad permanece para siempre. ¡Aleluya!
1. ¡Alaben al Señor, todas las naciones, glorifíquenlo, todos los pueblos!
2. Porque es inquebrantable su amor por nosotros, y su fidelidad permanece para siempre. ¡Aleluya!
“O grau sublime da humildade é não só reconhecer a abnegação, mas amá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina