Talált 57 Eredmények: historia de Jueces 1
La historia de Judas Macabeo y sus hermanos, de la purificación del gran Templo y de la dedicación del altar, (II Macabeos 2, 19)
En efecto, teniendo en cuenta la enorme cantidad de cifras y la dificultad que encuentran, por la amplitud de la materia, los que desean sumergirse en los relatos de la historia, (II Macabeos 2, 24)
Comencemos, entonces, la narración sin alargar tanto los preliminares, porque sería absurdo extenderse en la introducción y ser breve en la historia misma. (II Macabeos 2, 32)
¡Escuchen, reyes, y comprendan! ¡Aprendan, jueces de los confines de la tierra! (Sabiduría 6, 1)
También los Jueces, cada uno por su nombre, fueron hombres que no cayeron en la idolatría ni se apartaron del Señor: ¡que sea bendita su memoria! (Eclesiástico 46, 11)
Haré a tus jueces como eran antes y a tus consejeros, como al principio. Después de esto, te llamarán "Ciudad de la Justicia", "Ciudad Fiel". (Isaías 1, 26)
Y ahora, habitantes de Jerusalén y hombres de Judá, sean ustedes los jueces entre mi viña y yo. (Isaías 5, 3)
Por eso el Señor ha cumplido la amenaza que había pronunciado contra nosotros, contra los jueces que gobernaron a Israel, contra nuestros reyes, contra nuestros jefes y contra los hombres de Israel y de Judá. (Baruc 2, 1)
Y él cumplió la palabra que había pronunciado contra nosotros y contra los jueces que nos juzgaban, haciendo recaer sobre nosotros una gran desgracia, porque nunca ha sucedido bajo el cielo lo que sucedió en Jerusalén. (Daniel 9, 12)
Aquel año, se había elegido como jueces a dos ancianos del pueblo. A ellos se refiere la palabra del Señor: "La iniquidad salió en Babilonia de los ancianos y de los jueces que se tenían por guías del pueblo". (Daniel 13, 5)
y cuando los ancianos contaron su historia, los servidores quedaron desconcertados, porque jamás se había dicho nada semejante de Susana. (Daniel 13, 27)
pero ella no quiso decirlo. De todos esto somos testigos". La asamblea les creyó porque eran ancianos y jueces del pueblo, y Susana fue condenada a muerte. (Daniel 13, 41)