1. Salmo. De David. De Yahveh es la tierra y cuanto hay en ella, el orbe y los que en él habitan;

2. que él lo fundó sobre los mares, él lo asentó sobre los ríos.

3. ¿Quién subirá al monte de Yahveh?, ¿quién podrá estar en su recinto santo?

4. El de manos limpias y puro corazón, el que a la vanidad no lleva su alma, ni con engaño jura.

5. El logrará la bendición de Yahveh, la justicia del Dios de su salvación.

6. Tal es la raza de los que le buscan, los que van tras tu rostro, oh Dios de Jacob.

7. ¡Puertas, levantad vuestros dinteles, alzaos, portones antiguos, para que entre el rey de la gloria!

8. ¿Quién es ese rey de gloria? Yahveh, el fuerte, el valiente, Yahveh, valiente en la batalla.

9. ¡Puertas, levantad vuestros dinteles, alzaos, portones antiguos, para que entre el rey de la gloria!

10. ¿Quién es ese rey de gloria? Yahveh Sebaot, él es el rey de gloria. Pausa





“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina