Gefunden 12 Ergebnisse für: obedecer

  • y háblale en estos términos: ‘El Señor, el Dios de los hebreos, me envió a decirte: Deja que mi pueblo vaya a rendirme culto en el desierto. Pero tú no has querido obedecer. (Exodo 7, 16)

  • Luego tomó el documento de la alianza y lo leyó delante del pueblo, el cual exclamó: "Estamos resueltos a poner en práctica y a obedecer todo lo que el Señor ha dicho". (Exodo 24, 7)

  • Se negaron a obedecer, sin acordarse de las maravillas que habías hecho por ellos; se obstinaron, empecinándose en volver a su servidumbre en Egipto. Pero tú eres el Dios del perdón, compasivo y misericordioso, lento para enojarte y lleno de fidelidad; por eso, no los has abandonado. (Nehemías 9, 17)

  • Pero mi pueblo no escuchó mi voz, Israel no me quiso obedecer: (Salmos 81, 12)

  • Nosotros aceptamos de buen grado servir a tu padre, cumplir sus ordenes y obedecer sus decretos. (I Macabeos 6, 23)

  • Así sabrán los que vengan después que no hay nada mejor que el temor del Señor ni nada más dulce que obedecer sus mandamientos. (Eclesiástico 23, 27)

  • Pedro, junto con los Apóstoles, respondió: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. (Hechos 5, 29)

  • De la misma manera, ahora que ustedes han alcanzado misericordia, ellos se niegan a obedecer a Dios. Pero esto es para que ellos también alcancen misericordia. (Romanos 11, 31)

  • Antes les escribí para ponerlos a prueba y ver si son capaces de obedecer en todo. (II Corintios 2, 9)

  • Y estamos dispuestos a castigar cualquier desobediencia, una vez que ustedes lleguen a obedecer perfectamente. (II Corintios 10, 6)

  • Y, aunque era Hijo de Dios, aprendió por medio de sus propios sufrimientos qué significa obedecer. (Hebreos 5, 8)

  • según la previsión de Dios Padre, y han sido santificados por el Espíritu para obedecer a Jesucristo y recibir la aspersión de su sangre. A ustedes, gracia y paz en abundancia. (I Pedro 1, 2)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina