Encontrados 53 resultados para: meseta de Ramá

  • Sin embargo he tenido en cuenta que cuando mi padre emprendió una campaña a las regiones de la meseta, designó a su futuro sucesor. (II Macabeos 9, 23)

  • He tenido en cuenta, además, que los soberanos de los países vecinos a mi reino están al acecho, esperando cualquier ocasión favorable. Por eso, he decidido designar rey a mi hijo Antíoco, a quien muchas veces, durante mis campañas a las provincias de la meseta, ya he presentado y recomendado a la mayor parte de ustedes. (II Macabeos 9, 25)

  • ¿Acaso una rama no endulzó el agua, a fin de que se conocieran sus propiedades? (Eclesiástico 38, 5)

  • Cruzan el desfiladero, en Gueba pasan la noche, tiembla Ramá, huye Guibeá de Saúl. (Isaías 10, 29)

  • Saldrá una rama del tronco deJesé y un retoño brotará de sus raíces. (Isaías 11, 1)

  • La palabra del Señor llegó a mí en estos términos: "¿Qué ves, Jeremías?". Yo respondí: "Veo una rama de almendro". (Jeremías 1, 11)

  • Así habla el Señor: ¡Escuchen! En Ramá se oyen lamentos, llantos de amargura: es Raquel que llora a sus hijos; ella no quiere ser consolada, porque ya no existen. (Jeremías 31, 15)

  • Palabra que llegó a Jeremías de parte del Señor, después que Nebuzaradán, comandante de la guardia, lo dejó ir de Ramá, donde lo encontró atado con cadenas entre todos los cautivos de Jerusalén y de Judá, que eran deportados a Babilonia. (Jeremías 40, 1)

  • El devastador ocupará cada ciudad, ni una sola escapará; perecerá el valle y será arrasada la meseta, como lo ha dicho el Señor. (Jeremías 48, 8)

  • Llega un juicio al país de la meseta, a Jolón e Iahsá, contra Mefaat, (Jeremías 48, 21)

  • Hijo de hombre, ¿en qué aventaja la leña de la vid a la de cualquier otra rama de los árboles del bosque? (Ezequiel 15, 2)

  • Pero fue arrancada con furor y arrojada por el suelo. El viento del este secó sus frutos, que fueron cortados y se secaron; y el fuego devoró su rama vigorosa. (Ezequiel 19, 12)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina