Encontrados 590 resultados para: gran aflicción
Con ellos iba también una multitud heterogénea, y una gran cantidad de ganado mayor y menor. (Exodo 12, 38)
Por eso, déjame obrar: mi ira arderá contra ellos y los exterminaré. De ti, en cambio, suscitaré una gran nación". (Exodo 32, 10)
Pero Moisés trató de aplacar al Señor con estas palabras: "¿Por qué, Señor, arderá tu ira contra tu pueblo, ese pueblo que tú mismo hiciste salir de Egipto con gran firmeza y mano poderosa? (Exodo 32, 11)
Al día siguiente, Moisés dijo al pueblo: "Ustedes han cometido un gran pecado. Pero ahora subiré a encontrarme con el Señor, y tal vez pueda expiar ese pecado". (Exodo 32, 30)
Moisés fue a encontrarse nuevamente con el Señor y le dijo: "Por desgracia, este pueblo ha cometido un gran pecado, ya que se han fabricado un dios de oro. (Exodo 32, 31)
Moisés oyó llorar al pueblo, que se había agrupado por familias, cada uno a la entrada de su carpa. El Señor se llenó de una gran indignación, pero Moisés, vivamente contrariado, (Números 11, 10)
Perdona, por favor, la culpa de este pueblo según tu gran misericordia y como lo has venido tolerando desde Egipto hasta aquí". (Números 14, 19)
y los moabitas sintieron un gran temor a la vista de ese pueblo tan numeroso. Atemorizados por la presencia de los israelitas, (Números 22, 3)
-la tierra que el Señor ha conquistado para la comunidad de Israel- es un terreno apto para el ganado, y nosotros, tus servidores, tenemos una gran cantidad. (Números 32, 4)
Den vuelta y pónganse en camino, para ir a la montaña de los amorreos y a todas las regiones vecinas: La Arabá, la Montaña, la Sefelá, el Négueb y la costa marítima -es decir, la tierra de Canaán- y el Líbano, hasta el Gran Río, el río Éufrates. (Deuteronomio 1, 7)
Porque el Señor, tu Dios, te ha bendecido en todas tus empresas, y te ha protegido mientras caminabas por este gran desierto. Ya hace cuarenta años que el Señor, tu Dios, está contigo y nunca te faltó nada". (Deuteronomio 2, 7)
Obsérvenlos y pónganlos en práctica, porque así serán sabios y prudentes a los ojos de los pueblos, que al oír todas estas leyes, dirán: "¡Realmente es un pueblo sabio y prudente esta gran nación!". (Deuteronomio 4, 6)